Después de mi cumpleaños y las vacaciones de verano dejé de escribir. Mi presencia en las redes desapareció.
Y es que, como en algunas cosas de la vida, se requiere TIEMPO, como ingrediente secreto, indispensable y necesario para tomar forma y fuerza.
Llevo unos cuantos meses trabajando en este lugar a través del cual quiero compartir mi Camino, todo lo vivido, aprendido, experimentado.
El proceso no ha sido fácil pues el desarrollarlo ha supuesto para mi una serie de retos y enseñanzas que tenía (y probablemente aun siga teniendo) pendientes…
Y es que esto del autoconocimiento y exploración es una constante que, como dice un gran amigo con suerte, durante nuestra vida, nunca acaba.
Ha sido un camino lleno de colores y tonalidades… frente a un nuevo día con sol radiante lleno de ideas y motivación, de pronto los miedos, exigencias y demás emociones que luchaban por aparecer, a veces todas a la vez, lo oscurecían y vuelta a la sensación de bloqueo, atasco y frustración.
Por momentos se me ha hecho interminable, lo confieso, pero todo ello es parte del proceso.
Hoy puedo decir que tomar consciencia de lo que me sucedía, dejar de pelear con ello y aceptarlo, me ayudó. Solo así, el nudo se desata, el nubarrón desaparece y vuelve la claridad.
En ocasiones -muchas- necesité de apoyo… de mi pareja, mi familia, los amigos y amigas e incluso sesiones de coaching… todo ello me permitió respirar nuevamente, volver a mi, reanimarme ante el cansancio y el bloqueo, el perfeccionismo y la indecisión, retomar fuerzas y continuar… los nubarrones necesitan de vientos fuertes para desplazarse y no estancarse.
Hoy escribo este post dando por finalizada esta etapa, que siempre tendrá tiempo para ser mejorada pues ella misma irá evolucionando junto conmigo.
Gracias a todos los que me acompañaron y me acompañan…
A seguir andando…
¡¡¡Vamonos!!!
#PermíteteSerFeliz