Siempre me ha gustado celebrar mi cumpleaños … en mi época universitaria no hubo año en el que no lo celebrara con fiesta en casa, en donde tod@ amig@, y a veces amig@ de l@s amig@s, tenía cabida. Música, bebida, baile y por supuesto el plato de comida que mi madre, con la magia que solo ella tiene, preparaba para recargar pilas a tod@s l@s invitad@s, aun sin que ni yo misma supiera cuántos serian.
Hoy sigo disfrutando de mi día, aunque de otra manera… claro signo de que me voy haciendo mayor o ¿quizá, simplemente, he aprendido a disfrutar de forma distinta?
Y pensando en ello me viene un cuento que leí/oí hace algún tiempo y me pregunto: “Si fuera capaz de sumar solo los momentos en los que he disfrutado intensamente de algo ¿cuántos años cumpliría?”
Ello se me hace difícil e incluso imposible calcular… son muchos momentos los disfrutados plenamente… recordar las travesuras y complicidades con mis herman@s; el cole; los amigos; los juegos; los desfiles con la banda de música; los carnavales en verano y las fiestas familiares con mis abuel@s, tí@s prim@s; el primer viaje en avión a mi tierra, Cuzco (en realidad el segundo, porque el primero no lo recuerdo… acababa de nacer); mi primer novio y el primer beso; recordar el ingreso a la universidad, las olimpiadas y fiestas de Derecho; recordar el día en el que obtuve la nacionalidad de mi segunda tierra, España; los viajes y paseos; recordar el momento en el que descubrí mi Propósito; recordar la primera cita con mi compañero, amigo, amor, y nuestro primer beso; recordar el día en que Rodito llegó a casa… recordar tantos momentos e incluso instantes compartidos, vividos…
Pero haciendo este repaso sería muy ingrato no recordar aquellos momentos no tan agradables y divertidos pero que también viví intensamente.. esos golpes y caídas sufridas, decepciones y desilusiones en y del Camino… tantas lágrimas y rabietas sufridas… aquellas con las que me costó aprender pero que me ayudaron a ser mas fuerte, a saber que siempre puedo levantarme, que siempre puedo seguir adelante, aunque en algunos creí protagonizar a la primera mártir de aquel terrible sufrimiento (un poco exagerado pero así lo sentía)… estos momentos, también cuentan y mucho, estos momentos también suman.
Hoy estoy aquí, escribiendo estas líneas, entera o quizá mas bien remendada, pero cada remiendo me recuerda que valió la pena levantarse… la vida tiene mucho mas que aquellas dificultades… la vida siempre tiene maravillosas sorpresas esperando ser descubiertas… solo depende de mi abrir los ojos, verlas y tomarlas…
No se cuantos años cumplo, siguiendo el cuento, pero se que seguiré sumando mas momentos intensamente disfrutados (buenos y no tan buenos)… porque sé que a mis 47 años de vida me encuentro andando en mi Camino y solo viviendo en él se vive la Felicidad, esa que no está en los demás, ni en lo que me rodea, mucho menos en lo que tengo o dejo de tener, sino que está en mi, en mi propia existencia.
Hoy quiero agradecer por todos los que en algún momento se cruzaron en mi Camino, por instantes, por temporadas, por siempre… agradecida por tener los padres que tengo, valientes guerreros y grandes ejemplos, pilares de mi vida, de quien soy; agradecida por la familia en la que crecí, ancestros, herman@s, sobrin@s, cuñad@s, tí@s, prim@s; por la familia formada; agradecida por l@s amig@s, maestros, clientes; por los conocidos y los desconocidos; agradecida por el hombre maravilloso con el que comparto mis alegrías y tristezas, mis mejores y peores momentos, que me saca canas verdes cuando aparece su parte Jack (¿o será la mía?) y que siempre tiene una palabra de ánimo y empuje, que me sostiene cuando las fuerzas me flaquean, que me enamora cada día… en definitiva con el que comparto Camino;
Agradecida a Dios y a la Vida.
Empiezo una nueva vuelta al Sol, llena de aventureras y sorpresas…
Preparada para ello y mucho mas…
¿Me acompañas a celebrarlo?
¡¡¡Salud!!!
#PermíteteSerFeliz